RUTAS POR ROBLEDO DE LA GUZPEÑA
Recorridos para toda la familia
RUTA ORNITOLÓGICA ROBLEDO DE LA GUZPEÑA
Se trata de una ruta oficial recogida en el proyecto Trino (Birdwatching Spain).
Partiremos de la parte baja de Robledo (junto al Caño), descendiendo por el Camino de Las Peñicas hasta llegar al Pontón, donde cruzaremos el riachuelo.
Remontaremos después el arroyo de Hervencia, atravesando un robledal centenario hasta su nacimiento en una zona más abierta al este de Peñacorada. Seguiremos subiendo hasta el collado derecho de la montaña. En este área, rapaces como el buitre leonado o el águila real serán las protagonistas.
Nuestro paseo continuará por un paraje de bellas formas kársticas tipo «dolinas» (Las Botijuelas). hasta adentrarse otra vez en el bosque de encina donde podremos observar aves como la chocha, el cuco, el reyezuelo o el azor.
Al caer la noche se puede ver la figura en vuelo y escuchar al chotacabras.
Puedes descargarte el recorrido aquí.
RUTA AL SANTUARIO DE LA VELILLA
En La Mata de Monteagudo
Lugar emblemático de devoción para toda nuestra comarca. Es así mismo, emplazamiento ideal por su vistosidad para Romerías tradicionales, encuentros familiares o comidas campestres.
Se trata de un paraje precioso en cualquier caso. Está situado en las faldas de Peñacorada, y podemos acceder en coche por Puente Almuhey remontando el valle del Tuéjar (20 minutos), o caminando por el monte unas 2 horas y media desde Robledo. El área dispone de merenderos, agua fresca y zonas de esparcimiento.
Podéis consultar información histórica y horarios para visitar su bonito templo aquí.
RUINAS MONASTERIO DE SAN GUILLERMO
Preciosa y sencilla excursión a las ruinas de la antigua abadía de de San Guillermo, un antiguo monasterio escondido en las faldas de Peñacorada.
No está claro el origen de este personaje. Se dice que pudo ser uno de los monjes de Sahagún que huyeron de aquel convento al ser destruido por los ejércitos de Almanzor en el año 988. Lo que parece muy probable es que hiciera vida eremítica en Peñacorada, cerca de Cistierna, y luego monástica en esta abadía próxima a lo que actualmente es el Santuario de la Virgen de la Velilla, en la zona norte de la montaña. Al parecer, con el tiempo fue elegido abad y a su muerte fue canonizado y dio su nombre al monasterio.
Podemos encontrarlo acercándonos a Peñacorada desde Robledo por el lado derecho: una vez rebasado el collado que llaman «La Ahorcada» seguiremos el camino descendiente hasta avistar las ruinas.
Podéis obtener más información sobre la vida de este Santo en este interesante artículo.
A LA CUEVA DE LOMAS
En esta cueva, ubicada en la misma falda de Peñacorada, tiene su nacimiento el río Lomas: uno de los afluentes más cortos del Céa. Se trata de una preciosa gruta sin acondicionar, cuya visita no es sencilla como nos advierten las rocas desprendidas de su entrada.
Leyendas y cuentos transmitidos por nuestros antepasados de generación en generación nos hablan de tesoros escondidos en época de la dominación árabe, o de historias de romanos, de bandoleros… e incluso de tristes episodios de la guerra civil.
Independientemente de si decides o no adentrarte en ella, puede ser un precioso paseo y una ocasión de refrescarte en el nacimiento de nuestro río.
ASCENSION A PEÑACORADA
El ascenso a Peñacorada (1.835 m) desde Robledo de la Guzpeña es uno de los más habituales por la belleza de sus paisajes. Esta cara oriental es más escarpada y brusca que otras, pero sin dificultad técnica.
Al cobijo de esta ladera, expuesta al sol desde el amanecer, podemos disfrutar de su famoso encinar relicto: un atípico bosque de encinas mediterráneas que en ocasiones llegan a alcanzar los 1.500 metros de altitud. Este bosque es, sin duda, un vestigio de épocas más cálidas que ha quedado atrapado en esta bolsa de aire caliente.
Podemos hacer la aproximación a la Peña acercándonos al refugio que hay en su base. Atravesaremos después el robledal centenario que hay a continuación. Una vez alcancemos los manantiales de Fuente Colorada (a mitad de la ascensión de piedra suelta), tomaremos la senda marcada hacia la cresta sur que nos llevará hasta la cumbre.
Desde el pico podremos disfrutar de preciosas vistas hacia los valles del Esla, Céa y Tuéjar, así como impresionantes vistas de Picos de Europa e incluso Fuentes Carrionas.
VEGA DE SANTA ENGRACIA
Ejemplo de pradera de alta montaña, típica de nuestra comarca.
Se trata de una campera escondida, no hace mucho cubierta por una fina y tupida alfombra de pastos con los que se alimentaban las ovejas locales e incluso, ocasionalmente, los rebaños de merinas trashumantes.
De hecho esta pradera era «paradina» habitual del Cordel del Burgo Ranero, que atravesaba Robledo por la cara oriental de Peñacorada (Cordel perteneciente a la famosa Cañada Oriental)
Podemos acceder a esta meseta elevada desde el valle de Ocejo, remontándolo hacia el norte atravesando sus prados y rodeando la loma de caliza de El Castro justo desde detrás de la captación de agua.
A LOS SERRONES
Punto intermedio de nuestra ruta ornitológica de Trino, hemos querido destacar éste como paseo en sí mismo por la belleza del lugar.
Acercarnos a este mirador natural merece la pena sólo para asomarnos a este precioso balcón sobre un mar de robles y encinas, muy cerquita de Peña Mijo y de Los Tientos. Si decidiéramos descender por el camino que se adentra en el bosque, podríamos llegar a las vecinas localidades de Renedo o El Otero de Valdetuéjar.
Nos resultará fascinante el contraste entre El Encinar, enrocado al oeste, y el bosque de roble caducifolio que se extiende infinito hacia el norte, tocándose ambos con respeto pero sin mezclarse. Estampa especialmente bonita en el Otoño.
Puedes ver este lugar también entrando en nuestra visita virtual (selecciona «Paisaje desde Robledo»)
Y te será fácil encontrarlo si llegas al punto 19 de nuestro rutómetro.
PASEO A LA LAGUNA
Durante este paseo podremoss darnos un baño (si el tiempo lo permite) en una de las lagunas más bonitas de la comarca. Para ello tomaríamos dirección oeste desde Robledo atravesando el rebollar de Las Solanas. Podemos ir por el camino de Valdecasas o por la carretera comarcal hasta tomar el desvío al pié del mismo valle. Recorreremos pistas forestales y caminos recónditos durante unos 30 minutos hasta llegar al Vallejo del Soto, en cuya parte inferior encontrarás esta preciosa laguna.
Un rincón escondido lleno de paz.
